Agricultores recuerdan la masacre ocurrida durante el
gobierno de Alejandro Toledo
Este 28 de mayo se conmemoran 22 años del Paro Agrario de 2003 en la ciudad de Barranca, una jornada de lucha que terminó marcada por la violencia y el olvido. Aquella vez, la represión policial dejó un saldo de 27 agricultores heridos, muchos de ellos con secuelas que arrastran hasta hoy.
Entre los casos más impactantes está el del señor Jhony Aguirre, natural de Supe, quien recibió un disparo en la pierna, la cual tuvo que ser amputada. Sergio Vega, del centro poblado Potao, aún vive con una bala alojada en el glúteo, mientras que Owen Rivera, de la zona de Purmacana, también mantiene una bala incrustada en el muslo desde entonces.
A pesar del tiempo transcurrido, los heridos no han recibido ningún tipo de apoyo ni reparación por parte del Estado ni de las autoridades responsables. Así lo recuerda con indignación y tristeza el dirigente Emiliano Cantaro, quien hace un llamado a no olvidar esta fecha y a seguir exigiendo justicia para quienes pusieron el cuerpo en defensa del agro y fueron abandonados por el sistema.
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